La CHD no detecta la presencia del mejillón cebra en las aguas de la cuenca del Duero
A lo largo de este año se han realizado, con carácter preventivo, tres campañas de muestreo en 30 puntos de la cuenca y en ninguno de los casos se ha detectado la presencia de esta especie invasora.
La CHD, en todo caso, continuará con su campaña informativa para prevenir la presencia del mejillón.
La Confederación Hidrográfica del Duero
(CHD) ha dado por terminada la campaña de detección precoz del
mejillón cebra, que puso en marcha el pasado mes de julio, sin que se
haya detectado la presencia de esta especie invasora en las aguas de
la cuenca.
En total se han realizado tres campañas de muestreo, durante los
meses de julio, agosto y septiembre, en 30 puntos de la cuenca sin
que en ninguno de los casos se hayan encontrado ni mejillones ni las
larvas de este molusco.
En todo caso, la CHD continuará con su campaña informativa para
prevenir la presencia del mejillón en los ríos y embalses de la cuenca
entre los usuarios de embarcaciones, a los que se les entrega, junto a
la autorización de navegación, un folleto informativo dónde se recogen
algunos consejos para evitar la propagación de esta especie invasora
dado que las principales vías de expansión de la especie son las
propias embarcaciones que han navegado por aguas donde vive el
mejillón.
Los mejillones cebra suelen fijarse en las embarcaciones y sus larvas
microscópicas pueden viajar en las aguas de lastre sin que puedan
ser detectadas a simple vista.
Este molusco, de unos tres centímetros de longitud, y con un aspecto
similar a los mejillones marinos, está ocasionando, en las cuencas
afectadas importantes perjuicios tanto ecológicos como económicos.
Por lo que respecta a los daños ecológicos hay que destacar que la
presencia de mejillones cebra es una amenaza para las especies
autóctonas lo que contribuye a un progresivo empobrecimiento del
ecosistema fluvial y altera la estructura del hábitat de los ríos.
Respecto a los daños económicos, el mejillón, debido a su alta
capacidad de dispersión, coloniza rápidamente tanto lechos fluviales
como construcciones hidráulicas lo que provoca la obstrucción de
tuberías y conducciones de agua.
Los mejillones también pueden producir daños importantes en los
motores de las embarcaciones ya que se pueden introducir en sus
circuitos de refrigeración.
La mejor forma de prevenir la propagación de la especie es mantener
limpias tanto las embarcaciones como los equipos de pesca.
El año que viene el Organismo de cuenca volverá a poner en marcha
la campaña de muestreo en los ríos y embalses de la cuenca.
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